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Reta tiene Círculo de Ajedrez

Publicado el 18 de marzo de 2021

Comenzó a funcionar el club creado por el vecino Pablo Coronel, jugador rankeado. Apto para todo público y gratuito, abre martes y jueves de 18 a 20 en el paseo Palmeras. En esta entrevista, todos los detalles.

Texto y fotos: Daniela Barrera

En los`80, cuando el ajedrez era una actividad muy social, con 30 personas jugando en un mismo día y atravesando partidas hasta la madrugada, Pablo Coronel era un pibe que iba con su papá al Círculo de Ajedrez de San Martín. Ir y venir del club era muy fácil, hasta que a sus 12 años dejó de frecuentarlo. Su papá acaba de cumplir 77 y 50 como socio vitalicio. Sigue jugando, ahora de frente a una pantalla.

En la secundaria Pablo continuó vinculado al ajedrez pero recién a los 28 años volvió al club, comenzó a participar en certámenes y continuó entrenando. Hasta el día de hoy, que viviendo en Reta desde hace más de diez años, es un jugador rankeado e integra el Círculo de Tres Arroyos. Disputó competencias en Coronel Pringles, Bahía Blanca, Mar del Plata, Bolívar, Cariló, Buenos Aires, entre otros, y hace poco obtuvo el tercer puesto en el Torneo de Primera de Tres Arroyos.

En los últimos dos o tres años empezaron a juntarse a estudiar, jugar y seguir aprendiendo algunos jugadores locales y de la ciudad, por eso hoy su idea es que Reta tenga su propio ajedrez.

Autogestivo y gratuito, el flamante Círculo de Ajedrez de Reta ocupa un salón del paseo Palmeras Center con dos mesas largas y el equipo necesario para compartir en comunidad. Sobre la Calle 46, esquina 25, abre para interesados/as de todas las edades los martes y jueves de 18 a 20 y no es necesario ningún conocimiento previo para acercarse a participar.

Dicen que el ajedrez ayuda a promover el crecimiento intelectual y mejora el rendimiento académico y que es una poderosa herramienta para desarrollar pensamiento, memoria y toma de decisiones. “Tomamos decisiones de dos maneras en nuestra vida: la intelectual y la emocional. Hoy está exacerbada la toma de decisiones de forma emocional, donde priman las emociones por encima de lo cognitivo. Cuando uno está teniendo una reacción violenta, si se pusiera a pensar se preguntaría ¿me gusta lo que veo, lo que estoy haciendo? Si uno pensara, en ese momento, se daría cuenta que no. Esas cosas pasan cuando no pensamos, cuando solo nos guía la emoción como una reacción primitiva”, argumenta Pablo.

-¿Cómo contrarresta el ajedrez las conductas emocionales?
Hoy la publicidad, el sistema de consumo te lleva a comprar guiado por las emociones para que no pienses. El ajedrez es todo lo contrario. Es pensamiento, es estrategia, no tiene azar. Tenés tus piezas y las de tu rival y nada más que tu cerebro; nada está oculto (como en un juego de cartas), todo está a la vista y tenés que planear cada movimiento y prever los del oponente. Eso hace que desarrolles ciertas cualidades como el pensamiento lógico, matemático y creativo.

-Son aspectos que el juego estimula, los traigas o no innatos: ¿cualquiera puede jugar?
Sí, los torneos incluyen niños muy chiquitos y jugadores de más de 90 años. Se trata de pensar. Y además es muy barato, sólo necesitás el tablero. Sí requerís de memoria, porque es una especie de WD-40 neuronal contra el deterioro cognitivo, le dicen el gimnasio de la mente y así como uno debería hacer ejercicio, dormir y alimentarse bien también necesita pensar bien. ¡Lo debería recetar el médico!

-Tiene múltiples beneficios
Entre otras cosas, enseña el respeto a las reglas: pieza tocada, pieza movida; respetar al otro, por reglamento hay que saludarse y darse la mano, si no saludás no estás reconociendo a tu oponente… y peor que odiar es ignorar. También tenés que aprender a perder: que te superen corriendo más rápido vaya y pase, pero es duro aceptar que te superen intelectualmente. Si aprendés a perder en el ajedrez vas a haber moldeado una parte de tu yo, de tu ego, y haber crecido bastante. Otra cosa es que el ajedrez demuestra la responsabilidad de los actos: si perdiste es por las jugadas que hiciste, no por culpa del otro; si querés ganar preparate más, es tu responsabilidad. Por eso el desafío está en mejorar uno mismo.

-¿Y para los chicos?
Para mí es casi revolucionario que un niño hoy esté en silencio, sentado, pensando y sin un celular en la mano. Hoy, que nos proponen gritar por todo, putear al de enfrente, esto es revolucionario.

-¿Qué expectativa tenés con este proyecto?
Sobrevivir. Que esto continúe y si somos más de dos, sería un éxito.

“Es un juego y los adultos deberíamos jugar más. ¡Y que se sumen mujeres!”, dice Pablo, que armó el local con ayuda, con tableros Stantoun y relojes analógicos propios. Cuenta que los relojes que se usan hoy son digitales pero que tienen un costo inaccesible.

Participar del club, jugar una partida, tomar una clase, pasar el rato practicando y aprendiendo es gratuito; quien quiera puede colaborar pero él prefiere destacar que no hace falta aportar nada: “Traigan el entusiasmo de venir a jugar. Las personas cuando juegan pelean menos y realmente es jugando cuando mostramos todas nuestras facetas y nos conocemos de verdad”, concluye.

Más información: 2983 344895

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